jueves, 15 de diciembre de 2011

NADA ES PARA SIEMPRE

Hagamos del tiempo nuestra derrota,
el suave viento acariciará nuestras caras.

Lloraremos, lloraremos...

El tiempo no dice nada.

Bañados en sangre nuestros cuerpos
habitaron un cielo que prometieron eterno.

El humo de un cigarro
es el olor que todavía recuerdo.

Bebí la cicuta de tu mirada
y a placer devoré el cuerpo
que me entregabas.

Todo se reduce a recuerdos
que punzan el alma.

Vaciarte en mí al alba
nunca fue suficiente
para ser tu amada.

Autor: Paulina Urbina.