Un ángel bajo del templo,
A sus brazos su victima,
Cuantas veces se reflejo la melancolía en el ser
Cuantas fallas nos hicieron secar las ilusiones.
De sus ojos escurre la sangre del alma
De su boca un viento tan frió y rodeado por ese humo tan extraño
Hace que mis sensaciones perceptivas, mis deseos, los sentimientos
Salgan de esa oscuridad, Evocados por ti, los vampiros nos huyen.
Y juntos fundidos por la propia calidez mutua
Y se invoque el infinito de esta mortalidad, infinita
Y sepas al sentir de lo más elevado, Que te amo,
Hilos de sangre escurren por todas partes.
Los lamo al momento que nos perdemos uno en el otro.
Pero el ángel aun quiere mas ama mucho más.
Si un sueño de en la realidad, será la verdad.
La fantasía invisible aun nos guarda más allá.
Déjame soñar, en la noche interior eterna,
Morirme, entre rosas, sangrar y dejar
Que el rojo corra, que vuele y entre por la ventana
Por que solo en el sueño absurdo de realidad tú existes.
Habré la gaveta, se saca el sentimiento encerrado,
Y deja que haga luz en el rincón, y ver tu silueta
Para arrancarte tus alas innecesarias. Irnos,
A soñar, en esta verdad, que nos ha creado.
Si alguna vez ya no puedo verte en la luz,
En la obscuridad, deja te siento.
El olvido ¿podría tornarse como una maldición?
La cual me aleje de lo cual siempre he creído
Te conozca, pero si te sienta.
Cuando en la eternidad seamos, ¿la muerte que nos depara?
Y en la vida, ¿Cómo nos encontramos?
Cuando no recuerdo nada, pero lo siento.
En algún lugar, hace una eternidad
Sin forma material. Una forma existencial,
En la plena luz, polarizada en etéreo brillo de luna.
En algún lugar, aquí-allá,
Etereame de ti.
Con forma existencial ronde de en nosotros.
Ese vapor, que en amor se transforma, te amo.
En los lugares mas incógnitos de la conciencia,
Vos llevadme, en donde ya no se. A lo mas obscuro de la mente y del corazón.
A sus brazos su victima,
Cuantas veces se reflejo la melancolía en el ser
Cuantas fallas nos hicieron secar las ilusiones.
De sus ojos escurre la sangre del alma
De su boca un viento tan frió y rodeado por ese humo tan extraño
Hace que mis sensaciones perceptivas, mis deseos, los sentimientos
Salgan de esa oscuridad, Evocados por ti, los vampiros nos huyen.
Y juntos fundidos por la propia calidez mutua
Y se invoque el infinito de esta mortalidad, infinita
Y sepas al sentir de lo más elevado, Que te amo,
Hilos de sangre escurren por todas partes.
Los lamo al momento que nos perdemos uno en el otro.
Pero el ángel aun quiere mas ama mucho más.
Si un sueño de en la realidad, será la verdad.
La fantasía invisible aun nos guarda más allá.
Déjame soñar, en la noche interior eterna,
Morirme, entre rosas, sangrar y dejar
Que el rojo corra, que vuele y entre por la ventana
Por que solo en el sueño absurdo de realidad tú existes.
Habré la gaveta, se saca el sentimiento encerrado,
Y deja que haga luz en el rincón, y ver tu silueta
Para arrancarte tus alas innecesarias. Irnos,
A soñar, en esta verdad, que nos ha creado.
Si alguna vez ya no puedo verte en la luz,
En la obscuridad, deja te siento.
El olvido ¿podría tornarse como una maldición?
La cual me aleje de lo cual siempre he creído
Te conozca, pero si te sienta.
Cuando en la eternidad seamos, ¿la muerte que nos depara?
Y en la vida, ¿Cómo nos encontramos?
Cuando no recuerdo nada, pero lo siento.
En algún lugar, hace una eternidad
Sin forma material. Una forma existencial,
En la plena luz, polarizada en etéreo brillo de luna.
En algún lugar, aquí-allá,
Etereame de ti.
Con forma existencial ronde de en nosotros.
Ese vapor, que en amor se transforma, te amo.
En los lugares mas incógnitos de la conciencia,
Vos llevadme, en donde ya no se. A lo mas obscuro de la mente y del corazón.
Fragmento
Desde los laberintos pasando por la tierra prometida en lunas negras ya cuando infinita noche sea y el celeste en el exilio.
Cuanto es el precio, por pagar. Ni con la propia vida, Tal vez las predicciones, empiezan a realizarse a sentirse más que nunca. El umbral ya se traspaso.
Con sentimientos en inconsciente, mutuos, pero a distancia. Será la precaución, o solo es la extrañeza. De un laberinto de obscuridad. A un laberinto con jardín. A una luz de luna, que equilibra a ambos. Y así laberinto de jardín en obscuridad. En ansia por la energía del otro, que es mutua.
La eternidad es para los humanos, para mí la infinita noche del exiliado celeste.
Desde los laberintos pasando por la tierra prometida en lunas negras ya cuando infinita noche sea y el celeste en el exilio.
Cuanto es el precio, por pagar. Ni con la propia vida, Tal vez las predicciones, empiezan a realizarse a sentirse más que nunca. El umbral ya se traspaso.
Con sentimientos en inconsciente, mutuos, pero a distancia. Será la precaución, o solo es la extrañeza. De un laberinto de obscuridad. A un laberinto con jardín. A una luz de luna, que equilibra a ambos. Y así laberinto de jardín en obscuridad. En ansia por la energía del otro, que es mutua.
La eternidad es para los humanos, para mí la infinita noche del exiliado celeste.
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